"De las marismas me llegó una suave brisa con aroma salitroso. Incluso desde esa distancia percibí su misterioso silencio, y nuevamente su belleza obsesionante y extraña desató una reacción en lo más profundo de mi ser. No podía huir de ese lugar, tendría que regresar; no lo haría ahora, sino pronto, había sucumbido a esa clase de influjo que ciertos lugares desprenden y que atrajo hacia sí mismo mi persona, mis fantaseos, mis anhelos , mi curiosidad y todo mi espíritu."
No hay comentarios:
Publicar un comentario