"-¿Moriría
usted por amor, Konstantin Dimitrich?
- Así es. Pero no por la
mujer de mi prójimo. Un amor impuro no es amor para mí. Admirar a la mujer de
otro es agradable, pero, satisfacer un deseo sensual por sí mismo es gula, una especie de glotonería, y un aviso de algo
sagrado, para elegir a la persona ideal con quien realizar nuestra condición humana.
De lo contrario seríamos animales."
No hay comentarios:
Publicar un comentario